sábado, 16 de diciembre de 2017

Turismo Sostenible


La ONU ha declarado que el año 2017 sea el año del turismo sostenible. En clase acabamos de terminar de hablar de este tema.  El turismo sostenible  consiste en un turismo de calidad, un turismo comprometido con el medio ambiente y la cultura local. 
Pero, ¿los 75 millones de turistas extranjeros que acogió España en el 2016 hacen posible este tipo de turismo? ¿O los 1.200 millones de turistas del año pasado en el mundo?

Como hemos visto en clase  el turismo es un fenómeno de masas desde mediados del siglo XX. 
Desde la década de 1960 España experimentó un importante desarrollo turístico (ofreciendo sol y playa). El turismo, las remesas de los emigrantes y las inversiones extranjeras directas permitieron la capitalización del sistema productivo y la modernización del país.

En la actualidad, el turismo sigue siendo importantísimo para la economía: aporta el 12% del PIB español y el 15% del total de empleos de la economía (por cierto, no muy bien pagados). España es el tercer país del mundo en volumen de ingresos por turismo y en destino turístico mundial, tras EEUU y Francia.

El modelo turístico tradicional implantado a partir de 1960 fue el turismo de “sol y playa”. Se caracterizó por una abundante oferta dirigida a una clientela homogénea y masiva de mediano o bajo poder adquisitivo, que buscaba disfrutar de sol y playas en verano, y especialmente en Baleares, Canarias y litoral mediterráneo peninsular. Este turismo llegaba a España a través de tour-operadores internacionales que comercializaban la oferta turística (y que hacían que gran parte del dinero derivado del turismo se quedara en los lugares de origen), y de los que dependía el turismo español, y nadie se preocupó en aquel momento del impacto medioambiental de esta actividad. 

Los factores que consolidaron este modelo fueron muy variados: el desarrollo económico de Europa occidental y del Norte, que alcanzó un elevado nivel de vida a partir de finales de los años cincuenta y generalizó el sistema de las vacaciones pagadas para los trabajadores; la mejora de los transportes, abaratamiento de los desplazamientos y generalización del uso del automóvil, la proximidad de España al resto de Europa; los excelentes recursos naturales para el desarrollo del turismo de sol y playa: veranos calurosos y secos y playas de calidad; el atractivo cultural (monumentos, fiestas, gastronomía,…); los precios baratos debido a la devaluación de la peseta en 1959; la creación de grandes complejos hoteleros y agencias de viaje...etc. 

Este modelo turístico sigue siendo el predominante (más del 65% del total de turistas extranjeros buscan “sol y playa”) pero tiene los siguientes problemas: mucha cantidad de turistas pero poco gasto; el gran problema de la estacionalidad, es decir, la concentración de los turistas en las vacaciones de verano, sobre todo de los extranjeros, que vienen entre junio y septiembre (provocando empleo temporal y masificación de las instalaciones) y la concentración geográfica (los lugar más visitados son Cataluña (18 millones de turistas), Baleares (14 millones), Canarias, Andalucía, C. Valenciana…)

A partir de los años 90 este modelo turístico entró en crisis: seguían aumentando los turistas pero no los ingresos por turismo, empezó a cambiar la forma de contratar las vacaciones, aparecieron las compañías aéreas de bajo coste.... Entonces el sector se renovó e inició su reconversión hacia este otro turismo sostenible del que empezamos hablado. 

El nuevo modelo trata de: potenciar el turismo de calidad; diversificar la oferta, con estos otros tipos de turismo: turismo deportivo, ecoturismo, histórico, cultural, urbano de negocios, gastronómico, etc.; compatibilizar el desarrollo del turismo con la calidad medioambiental, ya que el turista extranjero cada vez aprecia más la calidad del entorno, los españoles han aumentado la conciencia medioambiental. Por último, también debe promocionarse para hacer frente a la competencia extranjera, esto se hace por ejemplo en FITUR (Feria Internacional del TURismo) que se celebra cada año, a finales de enero, en Madrid.

En fin, turismo sostenible y diversificación de la economía productiva para que no dependa, en tan gran medida, del turismo. Aquí tienes un documental, Turismo por un tubo, que resulta muy interesante.

En clase seguiremos hablando del tema,
buen fin de semana.

Victoria



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