Hoy cumple 45 años la Constitución española de 1978. Siempre sé, sin hacer la cuenta, cuántos años cumple porque es quinta mía.
Se trata de la 7ª constitución española (sin tener en cuenta las "no natas" de 1856 y de 1873). Todas ellas se encuentran en al Congreso de los Diputados, aunque expuesta sólo podemos ver la de 1978, por lo menos en las visitas guiadas que hacemos con el instituto.
Las constituciones son la principal obra política de los liberales en el siglo XIX, por eso 5 de las 7 constituciones españolas se redactaron en este siglo.
La primera es la de 1812, redactada en Cádiz durante la Guerra de Independencia contra Napoleón. Es conocida como "la Pepa" porque fue promulgada el día de San José. Esta constitución consta de sufragio universal masculino indirecto, soberanía nacional y régimen de derechos amplio: derecho de reunión, asociación, expresión. Cabe destacar que ésta es la única en la que hay una sola cámara (no había Senado) de todas las constituciones del siglo XIX (lo que le confiere más carácter progresista).
La segunda constitución progresista es la de 1869, redactada durante el gobierno provisional del Sexenio Democrático, justo después del exilio de Isabel II y la Revolución Gloriosa. Consta de sufragio universal masculino directo, soberanía nacional y régimen amplio de derechos, hasta el del culto. Es de las más avanzadas en este ámbito, junto con la del 1837, si bien el Estado mantiene el culto y el clero.
La de 1837 es una constitución pactista, en ese momento la reina gobernadora (la regente Mª Cristiana de Borbón) se ve presionada por la población para eliminar el Estatuto Real redactado por Martínez de la Rosa. Esta constitución es fruto del pacto de las dos ramas liberales (moderados y progresistas) ante el avance de los carlistas. Consta de soberanía compartida, sufragio censitario (aunque menos restrictivo que el de 1845) y amplio régimen de derechos: asociación, reunión…
Hay también dos constituciones moderadas. La primera es redactada durante la Década Moderada, en 1845, durante el reinado de Isabel II. La segunda constitución moderada es redactada en el reinado de Alfonso XII, en 1876, durante la Restauración. Ambas constan de sufragio censitario, soberanía compartida (entre el Rey y las Cortes) y régimen restringido de derechos y libertades.
En el siglo XIX también existen dos constituciones “non natas”, ambas progresistas. La primera se redactó durante el Bienio Progresista (1854-56) y la segunda durante la I República, en el gobierno de Pi i Margall en el verano de 1873.
Todas estas constituciones tienen vigencias diferentes y resultan muy inestables. Por ejemplo, la de 1812 es derogada en 1814, promulgándose después de manera intermitente durante muy poco tiempo (como el Trienio Liberal); la de 1837 es derogada en 1845; la del 1845 es derogada en 1854 y promulgada de nuevo en 1856 hasta 1869 cuando se promulga la cuarta constitución que dura 6 años. La más duradera es la última, la de 1876, que acaba en 1923 con la dictadura de Primo de Rivera.
Eran muy inestables porque las constituciones se hacía a imagen y semejanza de la facción política liberal de cada momento.
Esta historia constitucional se completará en el siglo XX con la constitución de la II República, de 1931, y la actual, la de 1978 ("la Nicolasa" porque hoy es San Nicolás de Bari). Ésta última lleva 45 años vigente y ha conferido a España la etapa de mayor estabilidad política y crecimiento económico-social de su historia. Solucionó tres graves problemas incrustados en la historia de España: forma de Estado (centralismo o realidad plurinacional/autonomías); forma de Gobierno (monarquía o república) y cuestión religiosa (estado laico o estado confesional).
Actualmente los tiempos políticos están cambiando en España. Hay necesidad de renovar, regenerar y mejorar la democracia española. Mucho tiene que ver en ésto el desafecto de los ciudadanos ante la corrupción política, la crisis económica que no se acaba de remontar y el desafío nacionalista independentista de catalanes y, algunos, vascos (éstos últimos, representados por el PNV, se abstuvieron en la votación de la constitución que hoy cumple 45 años).
Para que el sistema político, la democracia, se mantenga es necesaria una reforma constitucional (sobre todo el Título 2, 3 y 8, además de muchos artículos) siempre que haya consenso y los partidos políticos, pilares del sistema, no se deslicen hacia los extremos (como tantas veces ha sucedido en nuestra historia contemporánea).
El promotor de la iniciativa, José Luis Centella, de IU, aseguró a los periodistas al término del acto que “lo que falta ahora es que lo que simboliza el cuadro sirva para hacer una reflexión. En política, ni antes ni ahora, se puede imponer una parte sobre la opinión del resto”.
En clase hemos hecho unos ejes cronológicos sobre la historia constitucional española, ahí van algunas imágenes.
En clase hemos hecho unos ejes cronológicos sobre la historia constitucional española, ahí van algunas imágenes.
Nos vemos pronto,
Victoria