Isabel II de España, "la de los tristes destinos"
En clase estamos acabando el reinado de Isabel II. Como hemos comentado su reinado duró 25 años (más otros 10 años de regencias) y estuvo salpicado de escándalos y vaivenes políticos. Otros 35 años, hasta 1904, estuvo en el exilio parisino, viviendo en la céntrica avenida Kléber, en el famoso Palacio de Castilla ( en cuyos salones abdicó sólo dos años después de su destierro a favor de su hijo Alfonso XII). Edificio conocidísimo en París por convertirse, más tarde, en el legendario hotel Majestic, después en sede de la Gestapo durante la II Guerra Mundial, y donde se fundó la Unesco y se negoció la paz de Vietnam.
El Palacio de Castilla en tiempos de Isabel II en el exilio parisino
La reina Isabel II siempre tuvo muy mala prensa. Lo que se podía disculpar en un varón resultaba inaceptable en una mujer. Hay que reconocer que los escarceos amorosos de una Reina podían tener consecuencias más graves que los de un Rey (ha habido muchos bastardos en la historia de los reyes españoles) ya que estaba en juego la legitimidad dinástica. Isabel II tuvo ocho partos pero le sobrevieron cuatro infantas (Isabel, Paz, Eulalia y Pilar) y Alfonso (el príncipe de Asturias o heredero). Los padres de toda esta prole fueron variados, esa es la verdad.
La reina y su marido (Francisco de Asís, apodado Paco Natillas por su voz amanerada y su fama de homosexual) no fueron un matrimonio bien avenido ni por amor. La pareja siempre estuvo en el punto de mira de los chascarrillos del pueblo como el que decía aquello de; Isabelona, tan frescachona y Don Paquito, tan mariquito...
En fin, el escarnio, la grosería y las acusaciones fueron feroces, más en el contexto del triunfo de la revolución de septiembre de 1868. En 1869 los hermanos Bécquer publicaron un libro con ilustraciones pornográficas como la que se muestra más abajo.
La reina y su marido (Francisco de Asís, apodado Paco Natillas por su voz amanerada y su fama de homosexual) no fueron un matrimonio bien avenido ni por amor. La pareja siempre estuvo en el punto de mira de los chascarrillos del pueblo como el que decía aquello de; Isabelona, tan frescachona y Don Paquito, tan mariquito...
Isabel II y Francisco de Asís de Borbón, su marido.
Circa 1860
En fin, el escarnio, la grosería y las acusaciones fueron feroces, más en el contexto del triunfo de la revolución de septiembre de 1868. En 1869 los hermanos Bécquer publicaron un libro con ilustraciones pornográficas como la que se muestra más abajo.
Una de las famosas ilustraciones pornográficas del libro de los hermanos Gustavo y Valeriano Bécquer
El daño ya estaba hecho y el comportamiento escandaloso de la reina (casada a la fuerza por motivos políticos con quien no quería) , por ser mujer, desprestigiaría su figura y la institución monárquica. Sólo Galdós, en la última entrevista que se le hizo a la ya anciana reina, en 1902 se dejó ganar por su campechanía y la denomino "la de los tristes destinos" que he utilizado como título de este post.
La reina pronto abdicó en su hijo, el futuro Alfonso XII, empujada por el artífice de la Restauración borbónica seis años después del exilio: Antonio Cánovas del Castillo. Entonces era ya una apestada política a la que sólo se le permitió volver a España en contadas ocasiones. Cuando murió, en 1904, su nieto Alfonso XIII se negó a interrumpir su viaje oficial a Cataluña para acompañar los restos mortales de su abuela a El Escorial.
Todo ésto lo cuenta magníficamente la historiadora Isabel Burdiel, Premio Nacional de Historia de España en 2010 por la biografía escrita sobre la reina titulada Isabel II. Una biografía (1830-1904). Isabel Burdiel es profesora de historia contemporánea en la universidad de Valencia. Ella y Mª Cruz Romeo me enseñaron todo lo que sé sobre la historia contemporánea de nuestro país.
En esta biografía esta magnífica profesora nos ha devuelto una Isabel II mucho más comprensible, cercana y alejada de las caricaturas distorsionadoras y llenas de bajezas o insultos que todavía circulan por algunos libros de historia. Su reinado fue decisivo para la construcción del Estado liberal y un primer régimen de convivencia política en España. Intento no superado por las verdades y los tópicos de la España decimonónica: la intransigencia religiosa, la ambición de sus generales y políticos, la falta de educación y cultura de un pueblo embrutecido, los pronunciamientos, las revoluciones y el cainismo español, el odio contra allegados o afines.
Antes de despedirme vamos a repasar lo visto en clase a través de esta imagen. Explica a partir de lo que ves en ella los principales problemas de la última etapa del reinado de Isabel II (1856-1868). Pinchando aquí podéis ver un video resumen.
Nos vemos en clase,
Victoria.
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