Este año se cumplen 67 años de la riada de Valencia y, desgraciamente, está de rabiosa actualidad por la DANA del 29 de octubre de 2024. Os dejo el post de hace unos años y las reflexiones sobre lo ocurrido estos días.
Allá por el 2017 se cumplían 60 años de la gran riada de Valencia, que causó al menos 81 muertos (fueron muchos más pero la censura los tapó), muchos heridos y dejó a muchos valencianos sin hogar.
Ya hemos visto en clase el fenómeno de la Gota Fría, ahora se le denomina DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Este fenómeno atmosférico es algo excepcional, no todas las lluvias tormentosas lo son, que requiere de dos elementos:
1. Un recalentamiento importante de las aguas del mar Mediterráneo. Por eso la DANA, o gota fría, se da siempre en otoño, tras el verano (en septiembre- octubre el agua del Mediterráneo puede llegar a estar a 28 ºC). Esta agua se va evaporando y ascendiendo. No obstante, cada vez hay más lluvias intensas, torrenciales, fuera del otoño porque se mantiene el agua caliente más tiempo.
2. La llegada de una bolsa de aire frío en altura, procedente de latitudes más al norte, propio del otoño en la península. Como es una baja presión el aire gira al contrario de las agujas del reloj. El aire húmedo es enviado hacia la costa, y el interior, por los vientos de levante y asciende cuando choca con las montañas costeras o más interiores. Además, la diferencia de temperatura en la vertical (el mar muy caliente y en altura la masa de aire fría) provoca un subida muy rápida del aire caliente y su condensación (formando nubes de evolución o, también llamadas, cumulonimbos). Es como si el aire frío en altura hiciera de émbolo, de aspirador, de la humedad hacia arriba.
No hay que olvidar que las NUBES FORMADAS POR EL CHOQUE DE DOS MASAS DE AIRE DE DISTINTA TEMPERATURA SON MUY GRANDES EN SU DESARROLLO VERTICAL (hasta 12 km de altura), por lo que su potencial de agua es enorme.
Las gotas frías son fenómenos localizados, tienen entre 15 y 30 km de diámetro y suelen ir acompañadas de fuertes vientos.
No hay que olvidar que las NUBES FORMADAS POR EL CHOQUE DE DOS MASAS DE AIRE DE DISTINTA TEMPERATURA SON MUY GRANDES EN SU DESARROLLO VERTICAL (hasta 12 km de altura), por lo que su potencial de agua es enorme.
Las gotas frías son fenómenos localizados, tienen entre 15 y 30 km de diámetro y suelen ir acompañadas de fuertes vientos.
El problema estos días, octubre del 24, es que ha llovido mucho muy arriba, en la meseta (Utiel y Requena) y ha desaguado, causando destrucción y muertes, lejos de donde llovió por lo que ha afectado a muchos pueblos y personas.
En 1957 llovió mucho pero más cerca de Valencia, en la sierra Calderona. Aquel 14 de octubre de 1957 en el que se desbordó el Turia los daños fueron mayores en la orilla izquierda del río. La Plaza de Santa Mónica o la calle del Dr. Olóriz resultaron las zonas donde la inundación alcanzó su mayor nivel (4,20 m). En esa zona el cauce del río gira, formando un ángulo de 90º. Todavía en el barrio hay muchas placas, que recuerdan hasta donde llegó el agua de la "riuà". Hay que tener en cuenta que el agua llegaba con muchos enseres, barro, animales muertos, árboles caídos... y hacía mucho daño a su paso.
Como dato curioso, la zona próxima a la catedral quedó libre de las aguas, lo que demuestra lo acertado del emplazamiento original de la Valentia romana. Es posible que esta zona algo más elevada sea el motivo por el que el cauce del Turia formó una amplia curva a manera de semicírculo en torno a la ciudad romana original. Como se ve en la imagen, Valencia fue fundada en una isla que hacia el río Turia, con la riada las aguas volvieron a rellenar el antiguo meandro del Turia. De esta manera, la calle de las Barcas, cuyo nombre obedece a que constituyó un atracadero para las embarcaciones que remontaban el Turia en la antigüedad, volvió a inundarse.
Tras esta riada se desvió el cauce del Turia al sur de Valencia, por el llamado Plan Sur, dotándolo de una capacidad que se calcula en 5.000 m³/s, además de otras obras menores de regulación del río.
Precisamente es éste, el nuevo cauce del río Turia el que atravesamos cuando cruzamos desde Quart de Poblet a Mislata. Lo atravesamos, también, cuando cruzamos el puente de Xirivella al salir, o entrar, de la ciudad, o cuando circulamos por la V-30.
A partir de los años 80 el antiguo cauce del Turia a su paso por Valencia se ha convertido en la calle mayor de Valencia, en el pulmón de la ciudad y en el mayor parque urbano de España, con más de 7 km de longitud. Aquí se encuentran la Ciudad de las Ciencias, el Bioparc, el Palacio de la Música, el Parque de Cabecera...No fue la idea inicial, que pretendía convertir el cauce en una autopista urbana.
Los ciudadanos lo reclamaron como espacio verde para la ciudad, mientras que las vías rápidas de circulación automovilística se construyeron a los lados del jardín, con túneles para que hubiera menos impacto visual y auditivo.
Esto es todo,
Para conmemorar el 60 aniversario de la riada la Fundación Bancaja abrió una exposición: "1957. La Batalla contra el Barro" con material audiovisual, objetos de época... que estuvo abierta desde el 18 de octubre hasta el 10 de diciembre de 2017.
Los soldados abundaban en Valencia, capital de la III Región Militar, y ayudaron mucho para que Valencia volviese a la normalidad. La muestra reprodujo, a través de imágenes, la labor de estos soldados a los que les pilló la riada (la "Quinta del barro") y el alcance del suceso.
Yo conozco bien la historia por lo que me han contado. Mi padre llegó a Valencia en la primavera de 1958 para realizar el servicio militar obligatorio y, siempre lo recuerda: "en Valencia todavía estaban quitando barro".
No sería la última: durante tres días no paró de llover en los pueblos de la ribera del Júcar y, finalmente, la presa de Tous no aguantó el envite de la lluvia y reventó el 20 de octubre de 1982. La inundación por la pantanada afectó a miles de personas, los daños fueron catastróficos pero solo hubo 9 fallecidos porque la población estaba avisada.
Tras la pantanada se reubicaron dos pueblos, Gavarda y Beneixida, a zonas sin riesgo de inundación. También se estableció, en la Confederación Hidrográfica del Júcar, un sistema de detección, segundo a segundo, del caudal del río. Por último, se construyó una nueva presa, en Tous, para laminar futuras avenidas y regular el cauce; para riego y para garantizar el suministro de agua a Valencia y su zona metropolitana.
Hace 5 días, el martes 29 de octubre, volvió a repetirse la historia. Esta vez los fuertes vientos de levante llevaron las nubes a las montañas más interiores, que separan llanura y meseta, precipitando con fuerza en el curso alto del río Magro (que desagua al sur cuando se junta con el Júcar en Algemesí o la ribera baja); en el barranco del Poyo (que pasa por Chiva y acaba en la huerta sur para desaguar en la albufera) y en el nacimiento del río Turia, que desagua en Valencia pasando por el nuevo cauce del río que se construyó con el Plan Sur del que hemos hablado. Precisamente, esa obra hidraúlica ha salvado a Valencia y ha servido de muralla a las inundaciones de las que todavía se están cuantificando daños y personas fallecidas. Municipios de las tres zonas indicadas se han visto afectados por la DANA pero los fallecidos se han concentrado en las zonas en torno al barranco.
Fallaron las alarmas y la población estaba desprevenida de lo que venía de aguas arriba. Además, un simple brazo del barranco del Poyo al nuevo cauce del río Turia (que estuvo proyectado pero nunca se llegó a hacer), que hubiera servido de aliviadero, hubiera quitado fuerza a la barrancada en su tramo bajo, donde hay una de las densidades de población mayores de Europa.
Esperemos que lo que está ocurriendo sea un antes y un después. Que tenga consecuencias y los técnicos se hagan cargo de la situación actual y futuras, no los políticos. Esperemos que las obras hidráulicas de regulación de agua; el mantenimiento limpio de los barrancos y cauces; la mejor coordinación entre municipios; la prevención a la población a tiempo y el fomento de la educación sobre riesgos por inundación (imprescindible por el lugar donde nos encontramos y porque el clima es cada vez más extremo) nos ayuden a prevenir y a gestionar esta crisis de la que todavía no vemos el final.
nos vemos en clase.
Victoria